Suplementos recomendados a los 50, 60 y 70 años
En un mundo ideal, se obtendrían todos los nutrientes de las frutas, las verduras y otros alimentos integrales no procesados. Sin embargo, cuando cumplimos cierta edad, los cambios hormonales hacen que sea cada vez más difícil alcanzar las metas de vitaminas y minerales. A continuación, le damos una guía general sobre algunos suplementos necesarios, esto es solo una recomendación, siempre se debe consultar directamente al médico personal.
A los 50 años
- Vitamina D y calcio: La pérdida ósea se acelera a partir de los 50 años, en particular entre las mujeres. “Debido a que el estrógeno ayuda a mantener la masa ósea, las mujeres se vuelven más vulnerables a la pérdida ósea después de la menopausia”.
- Ácidos grasos omega-3: Los omega-3 ayudan a prevenir los latidos cardíacos irregulares, reducir la acumulación de placas en las arterias, inhibir la inflamación y controlar los niveles de azúcar en la sangre.
- Probióticos: Mientras mayor seas, más vulnerable será tu organismo a las bacterias poco saludables.
A los 60 años
- Vitamina B12: Incluso una deficiencia leve de vitamina B12 podría exponer a las personas mayores al riesgo de desarrollar demencia, según un estudio publicado en el Journal of the American Geriatrics Society.
- Omega-3: El DHA es el ácido graso omega-3 más abundante en las membranas celulares del cerebro.


- Vitamina D: Por años, los científicos pensaron que el único papel de la vitamina D era mejorar la absorción del calcio de los alimentos.
A los 70 años
- Vitamina B12: Dado que la vitamina B12 es imprescindible para el funcionamiento óptimo del cerebro, el Instituto de Medicina aconseja a los adultos mayores de 50 años que obtengan la mayoría de su B12 de complementos alimentarios.
- Vitamina D: la vitamina D es imprescindible a los 70 para protegerse contra las enfermedades y las infecciones.
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Proteína: cuando llegas a los 70, tu capacidad para desarrollar masa muscular se deteriora.
Además, tus necesidades de proteína aumentan a pesar de que tu consumo de alimentos y apetito podrían decaer.